viernes, 31 de julio de 2009

Significado del carnaval




La palabra viene del latín carnem levare, que significa 'quitar la carne'. Y es que estas celebraciones se producen justamente durante los tres días anteriores a la abstinencia de cuaresma. Como era de esperarse, previendo la escasez, los excesos no se hacían esperar entre la población. Los desenfrenos caracterizan la celebración de los carnavales alrededor del mundo y nuestro país no podía ser la excepción. Por siglos el juego de carnaval, con agua para los mesurados y con lo que se tenga a mano para los no tanto, ha venido arrastrando calificativos como salvaje, repugnante, impúdico, vergonzoso, propio del demonio, ruda reliquia del paganismo, culpable de terremotos...
Carnaval


Tanto ha sido el rechazo de la gente de buenas costumbres al carnaval, que en 1868 un Congreso extraordinario expidió un decreto prohibiendo completamente este juego. No fue el único ni el último. A pesar de tan loables intenciones, el Carnaval ha sido una de las fiestas más arraigadas del calendario. En el Azuay el pueblo lo disfrutaba y despedía con dulce de higos (higos cocidos con panela y servidos con queso) y mote pata (mote pelado con carne, tocino, longaniza), mientras que en Tungurahua y Chimborazo lo despedían con jucho (cocido de capulíes, duraznos, peras y panela); en Píllaro lo combinaban con corridas de toros. En pueblos de Bolívar, como Guaranda y san José de Chimbo, se veía al carnaval como una fiesta culta con bailes y versos cantados. Se preparaba la fiesta anticipadamente y se lo hace todavía, con la prohibición de trago, cuyes, gallinas, pavos y chanchos.